miércoles, 27 de abril de 2016

Situación Petrolera después de la Segunda Guerra Mundial (1946-1969)


Luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial, se comienza a intensificar la dependencia del petróleo de los países desarrollados; el petróleo y sus derivados pasaron a sustituir el carbón a mediados del siglo XX concatenado esto con la invención del motor de combustión interna y la masificación de los vehículos y maquinas que se ponen en funcionamiento con derivados del petróleo. Se posiciona el petróleo como la fuente de energía numero uno. Los países que poseen el poder económico, mal llamados “potencias” lo necesitan para la satisfacción de necesidades, que van desde el funcionamiento de empresas, hasta el funcionamiento de su arsenal bélico, que en tiempo de guerra se convierte en un producto aun mas importante.
En los años 50 había mucha preocupación en torno a si iba a alcanzar el petróleo para los años subsiguientes y mantener la demanda que era cada vez mayor con el crecimiento de las industrias, sistemas de transporte, infraestructuras, así como los productos varios que derivan de esa materia prima que debido a su utilidad cada día se hacía más importante.
Los hidrocarburos continuaran en la décadas siguientes a la Segunda Guerra Mundial una demanda creciente, aseveración que considero continua latente hasta nuestros días.
El nacimiento de la industria química en estos años (50´ y 60´) que unida al área petrolera generan una nueva rama de esta a la cual se la da el nombre de petroquímica, con un amplio campo de aplicaciones que se amplían cada dia que van desde los abonos químicos, explosivos hasta el caucho sintético y una gran cantidad de productos plásticos.


El petróleo se convierte en la mercancía más importante.

Las exportaciones de petróleo y de productos derivados ocupan, por su valor, el primer lugar en el comercio internacional. En el área capitalista, los envíos se dirigen los envíos se dirigen desde regiones subdesarrolladas en las que citamos Medio Oriente, Venezuela, Indonesia y Noráfrica; hacia potencias industriales como Estados Unidos, Europa Occidental, Japón, Australia y Nueva Zelanda. Allí evidenciamos la alta dependencia de las potencias del petróleo.
Un rasgo que creo importante resaltar es que estas exportaciones es que ellas no son efectuadas por empresas privadas o estatales de los países exportadores, sino directamente por las grandes empresas monopolísticas extranjeras, poseídas por las oligarquías capitalistas de los mayores países consumidores.
Otro rasgo no menos importante, y complementarios del anterior, es que los destinatarios de las exportaciones son, en su mayor parte, las mismas empresas exportadoras, o empresas “hermanas” o matrices pertenecientes al mismo grupo financiero. Estas transacciones internacionales con petróleo resultan ser, por consiguiente, meras transferencias internas dentro de un monopolio internacional.
Vale recalcar además que parte considerable de los barcos que transitan entre países distintos son propiedad de las compañías internacionales.
Todo esto basta para dar una idea del grado extremo de concentración en el comercio internacional del petróleo.


Petróleo la actividad más importante en la exportación de capitales

El crecimiento de la colocación de capitales petroleros ha sido especialmente impetuoso en las dos décadas transcurridas desde la Segunda Guerra Mundial, siendo el principal factor del aumento de las inversiones extranjeras norteamericanas e inglesas.
Tanto los intereses británicos y norteamericanos ampliaron en la década de los 50 y 60 sus ganancias y propiedades, ayudados por la creciente utilización del petróleo para fines militares y por el paso del carbón al petróleo en la industria. Pero los monopolios norteamericanos se desarrollaban con mayor rapidez y mejoraban notablemente su posición, en relación con sus rivales británicos. Las compañías petroleras norteameamericanas invirtieron miles de millones en el exterior, en cifras muy superiores a las exportaciones de capital de cualquier de cualquier otro grupo de monopolios. La división del mundo entre los grandes monopolios resulta más clara en los materiales industriales fundamentales: petróleo y metales.
Vale recalcar que la actividad petrolera es la más monopolizada en el mundo capitalista. Esto puede comprobarse en lo que concierne a:
·         Pequeño número de empresas;
·         Número más pequeño aun de grupos que controlan dichas empresas;
·         Fuerte régimen de coalición de tales grupos a nivel internacional.
Puede afirmarse sin lugar a dudas, por los temas discutidos en clase, y por lo planteado por algunos analistas importantes en el área petrolera, que el petróleo es el reino de los monopolios internacionales.


El petróleo es la actividad de mayor integración vertical en escala internacional

Lo peculiar de las grandes empresas petroleras es la realización de toda la cadena de actividades que van desde la búsqueda de los yacimientos petrolíferos y su perforación hasta la elaboración de los diversos derivados para uso o consumo final, y que les permiten llevar el petróleo desde las profundidades del subsuelo hasta el tanque del automóvil del cliente.
Así, estas monumentales empresas llevan a cabo la integración de fases que corresponden, sucesivamente, a los sectores técnicos primario, secundario y terciario, eliminando, sometiendo a su control o reduciendo a un mínimo insignificante, de esta manera, a los intermediarios que normalmente aseguran la interrelación entre los sectores y por ello obtienen ingresos. Con la integración verticalmente, tema que hemos discutido en clase y practicado por los grandes monopolios del petróleo, tales ingresos, en su mayor parte, afluyen a las empresas propietarias. Pero lo más significativo es observar que tales transacciones entre sectores  ya no se realizan en el mercado, pero si dentro de la misma empresa de manera que no exista un “precio” verdadero que las rija: no hay precio, por ejemplo, para la entrega del crudo a la refinería o del bunker C al tanquero de la misma empresa.
Ello trae como consecuencia que el vasto segmento del petróleo crudo y de los derivados no terminados predomina un confuso sistema de “precios” artificiosos o ficticios, manipulados básicamente por las empresas, con intervención subsidiaria de los gobiernos algunas veces; precios que a menudo difieren para uno y el mismo producto, según el propósito para el cual hayan de utilizarse.
Todo esto hace especialmente intrincada la investigación de las relaciones de costos, precios y beneficios en las diversas fases, en el proceso vertical de producción del petróleo crudo y sus derivados; pues además del secreto con que se rodean las transacciones intraempresa, tales conceptos se reducen a otros tantos asientos de contabilidad realizados al arbitrio de la dirección de la empresa y sobre bases esencialmente convencionales. Ahí radica una de las grandes dificultades que encuentran las naciones concesionistas del petróleo en la aplicación de una política tendiente a obtener una participación creciente en los ingresos petroleros.

  
El petróleo es la explotación más lucrativa en escala internacional

La inversión exterior es tan atractiva en petróleo precisamente porque es la más lucrativa entre todas. Como se verá en detalle más adelante, los beneficios de 50 porciento y más, en Venezuela y en el Medio Oriente, no son, en forma alguna excepcionales para las compañías petroleras, incluso para fechas recientes, pese a los intentos de los países propietarios de los yacimientos para incrementar sus ingresos.
El monto de ganancias petroleras supera netamente, acercándose solo la industria automovilística. También en cuanto al porcentaje de ganancia sobre las ventas, figura el petróleo en el primer rango, al lado de la industria química y del transporte.
Desde los Estados Unidos lo han visto no solo como unos de los más lucrativos, sino que además han dado líneas a las compañías y el petróleo mas alla del ánimo lucrativo ha pasado a formar parte de su dominio geopolítico, que unido al capital les abarca más poderío mundial. El Departamento de Guerra (Año 1965) propugno enfáticamente con respecto a las operaciones en el exterior lo siguiente:
“Las compañías americanas no solamente deben continuar sino aumentar su producción de petróleo extranjero. Es preciso comprender que los recursos y desenvolvimientos petroleros de los Estados Unidos en el extranjero pueden presentar problemas de evacuación de personal y de protección de la propiedad, especialmente en periodos de perturbación o de amenaza de esta”.
“Los ciudadanos americanos deben ser plenamente protegidos por nuestro Gobierno en el desarrollo de sus legítimas empresas en el Medio Oriente y otros campos extranjeros. Deben tener la seguridad de que pueden competir en igualdad de condiciones con los de otros países en estos campos y de que sus propiedades y otros derechos son cabalmente respaldados por nuestro Gobierno.”

Esta es la certificación de que el Gobierno de los Estados Unidos con su poderío protege a sus grandes monopolistas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario