martes, 12 de agosto de 2014

Chavez, 60 años.

“Si yo me callo, gritarían las piedras de los pueblos de América Latina que están dispuestos a ser libres de todo colonialismo después de 500 años de coloniaje.” (Hugo Chávez, entrevista radiofónica, 10 de noviembre de 2007)

En el día de hoy, 28 de Julio, Chávez habría cumplido 60 años. Prematuramente hemos sido privados de uno de los "imprescindibles" en la dura y larga batalla por la Segunda y Definitiva Independencia de Nuestra América. Más allá de la discusión que subsite al interior del campo antiimperialista –no siempre lo suficientemente sabio como para distinguir con claridad amigos de enemigos- lo cierto es que Chávez marca un antes y un después en la historia de América Latina y el Caribe. Si Fidel fue el gran estratega de tantas batallas libradas contra el imperialismo y el colonialismo, en Nuestra América como en África y Asia, Chávez fue su eximio mariscal de campo a la hora de encarar, en Mar del Plata, en Noviembre del 2005, la batalla decisiva que hundiría el más ambicioso y largamente acariciado proyecto del imperialismo norteamericano en el hemisferio para todo el siglo XXI: el ALCA.
Nutrido por las enseñanzas de Simón Bolívar y por su amigo y maestro cubano (Fidel fue para Chávez lo que Simón Rodríguez fuera para Bolívar); por su inagotable voracidad intelectual que lo hacía estudiar y leer día y noche; y por las lecciones extraídas de sus luchas contra la oligarquía y el imperialismo, el bolivariano fue completando su formación política hasta convertirse, también él, en el gran estratega de la resistencia y la ofensiva antiimperialista en Nuestra América. La UNASUR y la CELAC tienen el sello indeleble de Chávez, como también lo tienen el ALBA, el Banco del Sur, Petrocaribe, TeleSUR –amén de los por ahora frustrados Petrosur y el Gasoducto del Sur- y tantas otras iniciativas continentales surgidas de su patriótico latinoamericanismo. Al principio aquellas fueron descalificadas por muchos políticos e intelectuales de la región como producto de una incontenible megalomanía de Chávez, o de su exaltada “imaginación tropical”. Pero a poco andar, con el fragor de la lucha de clases y la guerra mediática, económica, política y cultural desatada por el imperialismo para reconquistar el control de nuestros países y regresarlos a la condición semicolonial existente en vísperas de la Revolución Cubana aquellos proyectos se revelaron como las únicas alternativas realistas ante las pretensiones de dominio de Washington. Chávez logró con su prédica y con sus acciones que se hiciera carne en este continente la idea de que la unidad de los países latinoamericanos y caribeños era condición ineludible, inexorable, de su supervivencia como entidades independientes. Que de persistir en la desunión astutamente azuzada por el imperialismo nuestro destino no sería otro que el de ser devorados por él, perdiendo no sólo nuestras riquezas sino nuestra independencia, nuestros valores, nuestra lengua, nuestra cultura. Todo, incluyendo nuestra dignidad.
A esta clarividencia político-estratégica Chávez sumaba una fuerza de voluntad excepcional, una sobrehumana capacidad de trabajo y un carisma y simpatías personales que lo tornaban un interlocutor irresistible y un protagonista político de primer orden. Tenía todo lo necesario para llevar exitosamente a la práctica un proyecto de unidad latinoamericana y caribeña, y por eso nuestros enemigos: el imperialismo y sus aliados, percibieron con claro instinto de clase el peligro que entrañaba su protagonismo continental. Por si lo anterior fuera poco fue Chávez quien, en medio de la noche neoliberal, reinstaló en el debate público latinoamericano -y en gran medida internacional- la actualidad del socialismo. Más que eso, la necesidad del socialismo como única alternativa real, no ilusoria, ante la inexorable descomposición del capitalismo, denunciando las falacias de las políticas que procuran solucionar su crisis integral y sistémica preservando los parámetros fundamentales de un orden económico-social históricamente desahuciado.
Por eso pusieron en marcha un plan para acabar con Chávez, como antes lo hicieron con el Che, con Jaime Roldós, con Omar Torrijos, con Juan José Torres, con los generales democráticos chilenos Carlos Prats y René Schneider, con Patrice Lumumba en el Congo y con tantísimos otros líderes políticos que tuvieron la osadía de desafiar los designios del imperialismo. Más pronto que tarde sabremos la verdad de las causas de su muerte. Ya aparecerán nuevas revelaciones de los documentos secretos del gobierno de Estados Unidos en donde los detalles de tan perversa operación salgan a la luz del sol. Pero si acabaron con su vida no pudieron hacerlo con su ejemplo y su legado, que se fortalecen día a día. Ocurrirá con él lo que con el Che: su muerte, lejos de borrarlo de la escena política agigantará su presencia y su gravitación en las luchas de nuestros pueblos. Por una de esas paradojas que la historia reserva sólo para los grandes, su muerte lo ha convertido en un personaje inmortal.

Por: Atilio Boron.

martes, 5 de agosto de 2014

Carta escrita en el año 2070

Año 2070.  Acabo de cumplir los 50, pero mi apariencia es la de alguien de 85. Tengo serios problemas renales porque bebo muy poca agua. Creo que me queda poco tiempo. 

Hoy soy una de las personas más longevas en esta sociedad. Recuerdo cuando tenía 5 años: todo era muy diferente.
Había muchos árboles en los parques, las casas tenían hermosos jardines y yo podía disfrutar de un baño de regadera hasta por una hora. Ahora usamos toallas empapadas en aceite mineral para limpiar la piel.

Antes todas las mujeres lucían su hermosa cabellera. Ahora debemos afeitarnos la cabeza para poder mantenerla limpia sin agua.

Antes mi padre lavaba el auto con el chorro de la manguera.

Hoy los niños no pueden creer que el agua se utilizara de esa forma.

Recuerdo que había muchos anuncios que decían "cuida el agua", sin que nadie los tomara en cuenta..., pensábamos que el agua jamás se podía terminar.
Ahora, todos los ríos, presas, lagunas y mantos acuíferos están irreversiblemente contaminados o agotados.

Antes la cantidad de agua indicada como ideal para beber eran de ocho vasos al día por persona adulta. Hoy solo puedo beber medio vaso.

La ropa es desechable, con lo que aumenta grandemente la cantidad de basura; hemos tenido que volver al uso de los pozos sépticos como en el siglo pasado porque ya las redes de desagües no se usan por la falta de agua.

La apariencia de la población hoy es horrorosa; cuerpos demacrados, arrugados por la deshidratación, llenos de llagas en la piel por los rayos ultravioletas que ya no tienen la capa de ozono que los filtraba en la atmósfera, inmensos desiertos constituyen el paisaje que nos rodea por doquier.

Las infecciones gastrointestinales, enfermedades de la piel y de las vías urinarias. son las principales causas de muerte.

La industria está paralizada y el desempleo es dramático.

Las plantas desalinizadoras son la principal fuente de empleo y te pagan con agua potable en vez de salario.

Los asaltos por un bidón de agua son asunto común hoy en las calles desoladas.

La comida es 80% sintética.

Por la resequedad de la piel una joven de 20 años luce como si tuviera 40.

Los científicos investigan, pero no hay solución posible.

No se puede fabricar agua, el oxigeno también se ha degradado por falta de árboles lo que ha disminuido el coheficiente intelectual de las nuevas generaciones.

Se ha alterado la morfología del espermatozoide de muchos individuos, como consecuencia hay muchos niños con insuficiencias, mutaciones y deformaciones

El gobierno incluso nos cobra por el aire que respiramos: 137 m3 por día por habitante adulto.
La gente que no puede pagar es arrojada de las "zonas ventiladas", que están dotadas de gigantescos pulmones mecánicos que funcionan con energía solar, no es de buena calidad pero se puede respirar; la edad promedio es de 35 años.

En algunos países quedan manchas de vegetación con su respectivo río que es fuertemente custodiado por el ejercito, el agua se ha vuelto un tesoro muy codiciado, más que el oro o los diamantes.

Aquí en cambio, no hay árboles porque casi nunca llueve, y cuando llega a registrarse una precipitación, es de lluvia ácida; las estaciones del año han sido severamente transformadas por las pruebas atómicas y la industria contaminante del siglo XX.

Se advirtió entonces que había que "cuidar el medio ambiente". y nadie hizo caso.

Cuando mi hija me pide que le hable de cuando era joven le describo lo hermoso que eran los bosques, le hablo de la lluvia, de las flores, de lo agradable que era bañarse y poder pescar en los ríos y embalses, beber toda el agua que quisiera, lo saludable que era la gente.

Ella me pregunta: Papá, ¿Por qué se acabó el agua? ...... !

Entonces, siento un nudo en la garganta; no puedo dejar de sentirme culpable, porque pertenezco a la generación que terminó de destruir el medio ambiente o simplemente no tomamos en serio tantas advertencias.

Ahora nuestros hijos pagan un alto precio y sinceramente creo que la vida en la tierra ya no será posible dentro de muy poco porque la destrucción del medio ambiente llegó a un punto irreversible.

¡Cómo quisiera regresar el tiempo y hacer que toda la humanidad comprendiera esto cuando aún podíamos hacer algo para salvar a nuestro planeta tierra..!


Documento extraído de la revista biografía "Crónica de los Tiempos" de abril de 2002.

Lo hace llegar a nosotros Juventud Ecologista Venezolana.

sábado, 2 de agosto de 2014

A 100 años del Zumaque 1

Ibis León. - En Niquitao, poblado de Mene Grande, vive Carmen Camacaro. Su casa está situada cerca del Zumaque I, primer pozo petrolero que inició la era comercial del crudo en el país, y que hoy cumple 100 años de producción.


El lugar debe su fama no solo a la riqueza petrolera que brota del suelo en forma de mene, sino a la lucha sindical que los obreros petroleros iniciaron en esta tierra, y a los acontecimientos históricos, como la nacionalización del petróleo decretada durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez en 1976, que marcaron la memoria de los baraltenses.

“Me siento muy feliz por ser de acá, yo no nací aquí, pero me siento como si fuera de Mene Grande porque hemos vivido todas esas épocas desde la nacionalización”, expresa, con emoción, Camacaro.

Para rescatar la memoria histórica de Mene Grande, la Alcaldía de Baralt y la Gobernación del estado Zulia prepararon un cronograma para celebrar los 100 años del pozo, que aún mantiene una producción de 20 barriles diarios. 

El gerente general de la Alcaldía de Baralt, Osman Castro, informó que realizarán actividades culturales y un conversatorio a cargo del cronista de Mene Grande, Manuel Pérez Gil, que transmitirán las emisoras locales. En la tarde se presentarán grupos autóctonos como Gaiteros de Petroquiriquire y la Orquesta Sinfónica Municipal en la plaza Bolívar de Mene Grande. La Asamblea Nacional también conmemorará, el 5 de agosto, los 100 años del Zumaque.

Hablan los protagonistas
Ramón Núñez trabajó como perforador para la compañía Creole Petroleum Corporation, una de las transnacionales que explotó el suelo menegrandino. Es uno de los pocos protagonistas de la época de la bonanza petrolera del actual municipio Baralt que aún sigue vivo. 

Con recuerdos difusos y desgastados por el tiempo reconstruye el pasado desde el fatídico día en el que perdió un dedo de la mano por descuidarse en plena faena, hasta la época de la lucha sindical con la que los obreros exigieron sus reivindicaciones.

“En ese momento no estábamos de acuerdo con que la compañía no nos pagara el sueldo que debíamos tener. Los grupos sindicales luchaban por nuestros derechos. En la época de mi papá, el Partido Comunista era el que más defendía al obrero”.

Tomado de: Ultimas Noticias